lunes, 15 de noviembre de 2010

Diego Fernández de Cevallos, seis meses de ausencia...

El país recibió la noticia con incredulidad: El Jefe Diego había sido secuestrado. A medio año, su paradero aún es un misterio

Raúl Flores Martínez

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CIUDAD DE MÉXICO, 14 de noviembre.- Hoy se cumplen seis meses de que un grupo armado secuestró al político Diego Fernández de Cevallos en su rancho “La Cabaña”, ubicado en el poblado de San Clemente, municipio de Pedro Escobedo; seis meses de incógnitas del paradero y salud de uno de las figuras del panismo en México.
Fue el pasado 14 de mayo cuando la PGR, a través de un comunicado de prensa, dio a conocer oficialmente el secuestro del ex candidato presidencial, al encontrar la camioneta en la que viajaba con rastros de violencia.
La línea de investigación con que la Procuraduría de Querétaro inició la búsqueda del Jefe Diego fue en primer instancia “desaparición”. Fue días después cuando se oficializó el delito de privación ilegal de la libertad.
Durante las siguientes horas del secuestro, elementos de Fuerzas de Apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública federal (SS P), Policía municipal de Pedro Escobedo y Policía ministerial de Querétaro resguardaron el perímetro del rancho de Diego Fernández de Cevallos, mientras que personal de la Procuraduría General de la República (PGR) y Procuraduría del estado, realizaron los peritajes correspondientes.
El resguardo de las instalaciones y el traslado de personal de inteligencia de la Policía Federal fue coordinado por el titular de la dependencia, Genaro García Luna, quien llegó al rancho en un helicóptero de la corporación.
En el operativo de búsqueda participaron 40 agentes de la Dirección de Investigación del Delito y de la Policía Estatal; 60 de la Procuraduría del estado, 60 de la Policía Federal, así como cuatro perros especializados en búsqueda con sus respectivos entrenadores.
Durante los días subsecuentes al rapto, Diego Fernández de Cevallos Gutiérrez, hijo mayor del panista le solicita a las autoridades abstenerse de investigar el secuestro de su padre para que pueda haber una negociación con los delincuentes.
Todos los niveles de gobierno se han enfocado en la búsqueda del político panista e incluso se utilizó un avión del Ejército mexicano, equipados con radares con el que pudieron localizar el chip de GPS que tenía Fernández de Cevallos como injerto. Se presume que el secuestro ocurrió en las inmediaciones de la zona donde hay salidas que van de Querétaro a estados como San Luis Potosí y Guanajuato.
El primer indicio de que el ex senador estaba con vida fue una carta que, de puño y letra, se difundió el 10 de junio y fue acompañada con una fotografía de medio cuerpo en la que sostiene un ejemplar del semanario Proceso del pasado 23 de mayo.
Familiares de Fernández de Cevallos dieron por buenas la carta y la fotografía y aseguraron tener la certeza de que el político se encontraba con vida.
Un infierno
La carta aparece manuscrita y en ella señala que ha bajado de peso y se encuentra fatigado. Le pide a uno de sus hijos que haga un esfuerzo para hacer una contrapropuesta económica y se logre su liberación.
En el texto, el cual está dirigido a su hijo mayor, El Jefe Diego dice que vive un infierno “y no sé cuanto aguante más”.
“Ellos tienen todo el tiempo del mundo, no les corre ninguna prisa. Lo mismo les da mañana que dentro de 100 días. Para tu padre lo que no sea de inmediato no tiene sentido.
A seis meses del secuestro, la promesa de su liberación no se ha cumplido. En muchos casos la información sobre el estado de salud y el estado de las negociaciones no ha sido confirmada o desmentida por los familiares.

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