Decenas de niños de la calle que carecen de una familia pasarán la Nochebuena e iniciarán el año nuevo trabajando en los cruceros de las ciudades.
Diario de Xalapa
24 de diciembre de 2010
Noé Zavaleta/Diario de Xalapa
Xalapa, Veracruz.- Son los que en su agenda no tienen contemplada la Navidad, son quienes los organismos asistenciales apenas si les darán un bocado de comida el día de hoy, decenas de niños de la calle que carecen de una familia pasarán la Nochebuena e iniciarán el año nuevo trabajando en los cruceros de las ciudades.
De acuerdo con el DIF Xalapa y la Procuraduría de la Defensa del Menor, el Niño y el Indígena, no hay una estadística oficial sobre el número de niños de la calle.
Sin embargo, los limpiaparabrisas de Miguel Alemán, Avenida Xalapa, Lázaro Cárdenas, Adolfo Ruiz Cortines y de la zona Centro, hablan por sí solos.
Además de Xalapa, las cabeceras municipales de Córdoba, Coatzacoalcos, Veracruz y Boca del Río son las que agrupan más niños de la calle, incluso en la capital del Estado tanta es la afluencia de niños de la calle que entre ellos mismos pelean fuertemente su territorio.
Manolo tiene ocho años. Se gana la vida limpiando parabrisas, desde las nueve de la mañana hasta que la luna ronda en la ciudad de Xalapa.
Detalla que en "días buenos" se puede llevar hasta 300 pesos al día, sin embargo, entre semana o en fin de quincena su bolsillo no registra más de 20 monedas de un peso.
Eligio, en su poco entendible español -habla tzotzil, dialecto chiapaneco- explica que con la venta de chicles ayuda al sustento familiar, además de que ahorra algo de dinero para poderse comprar ropa a fin de año.
Manifiesta que a sus 12 años de edad nunca ha probado el pavo de Navidad. En el crucero de la Avenida Xalapa recuerda que en alguna ocasión sus papás hicieron una fiesta en su natal San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde probó pollo enchilado.
Son los niños de la calle, quienes diariamente sortean el frío, la indiferencia de las autoridades, así como la pobreza extrema, quienes no reciben juguetes en Navidad y quienes con escepticismo esperan la llegada de un nuevo año.
Roberto y Pablo, por otra parte, sortean con cautela los automóviles de la avenida Lázaro Cárdenas, en el entronque con 20 de Noviembre. Venden chicles y ayudan al sustento familiar. A lo lejos son observados por quienes parecen ser sus padres, quienes al ver la cámara fotográfica, inmediatamente con un grito en "dialecto" les piden que se retiren.
En Xalapa, como en otras urbes, niños en situación de calle provenientes de Chiapas, Tabasco y Oaxaca, entre otros estados con altos índices de pobreza, vienen a refugiarse en búsqueda de una mejor oportunidad de vida.
Sin embargo, estos niños son lanzados a la mendicidad. Aquí en Xalapa, sólo la Aldea Meced -administrada por el DIF municipal-, el Albergue Conecalli -administrado por el DIF estatal, para menores de 12 años- y la Red Civil Matraca, se dedican al cuidado y estudio de los niños en situación de calle.
En la Aldea Meced se encuentran jóvenes de entre 12 y 18 años de edad que fueron rescatados de la mendicidad. En dicho albergue de puertas abiertas -pues no es reclusión de niños en situación de calle- los menores reciben educación, vestido, alimento y un poco de cariño.
En el Conecalli se encuentran los menores de 12 años, que en su mayoría fueron abandonados por sus padres o mediante denuncias penales fue retirada la custodia de sus padres por maltrato u omisión de cuidados.
Y en Matraca, el Movimiento de Apoyo a Niños Trabajadores y de la Calle reconoce que ha habido un aumento de niños de la calle en Xalapa en los últimos meses, pues estiman entre 30 y 40 por ciento más que con respecto al año anterior.
El director de Matraca, Arturo Narváez, admitió que aunque no hay estudios que revelen el número y condiciones de niños en situación de calle, un monitoreo realizado por ese organismo sí revela un fenómeno creciente, pero lo peor del asunto es que los niños que viven en la calle, la mayoría tiene problemas de adicción de drogas.
Xalapa, Veracruz.- Son los que en su agenda no tienen contemplada la Navidad, son quienes los organismos asistenciales apenas si les darán un bocado de comida el día de hoy, decenas de niños de la calle que carecen de una familia pasarán la Nochebuena e iniciarán el año nuevo trabajando en los cruceros de las ciudades.
De acuerdo con el DIF Xalapa y la Procuraduría de la Defensa del Menor, el Niño y el Indígena, no hay una estadística oficial sobre el número de niños de la calle.
Sin embargo, los limpiaparabrisas de Miguel Alemán, Avenida Xalapa, Lázaro Cárdenas, Adolfo Ruiz Cortines y de la zona Centro, hablan por sí solos.
Además de Xalapa, las cabeceras municipales de Córdoba, Coatzacoalcos, Veracruz y Boca del Río son las que agrupan más niños de la calle, incluso en la capital del Estado tanta es la afluencia de niños de la calle que entre ellos mismos pelean fuertemente su territorio.
Manolo tiene ocho años. Se gana la vida limpiando parabrisas, desde las nueve de la mañana hasta que la luna ronda en la ciudad de Xalapa.
Detalla que en "días buenos" se puede llevar hasta 300 pesos al día, sin embargo, entre semana o en fin de quincena su bolsillo no registra más de 20 monedas de un peso.
Eligio, en su poco entendible español -habla tzotzil, dialecto chiapaneco- explica que con la venta de chicles ayuda al sustento familiar, además de que ahorra algo de dinero para poderse comprar ropa a fin de año.
Manifiesta que a sus 12 años de edad nunca ha probado el pavo de Navidad. En el crucero de la Avenida Xalapa recuerda que en alguna ocasión sus papás hicieron una fiesta en su natal San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde probó pollo enchilado.
Son los niños de la calle, quienes diariamente sortean el frío, la indiferencia de las autoridades, así como la pobreza extrema, quienes no reciben juguetes en Navidad y quienes con escepticismo esperan la llegada de un nuevo año.
Roberto y Pablo, por otra parte, sortean con cautela los automóviles de la avenida Lázaro Cárdenas, en el entronque con 20 de Noviembre. Venden chicles y ayudan al sustento familiar. A lo lejos son observados por quienes parecen ser sus padres, quienes al ver la cámara fotográfica, inmediatamente con un grito en "dialecto" les piden que se retiren.
En Xalapa, como en otras urbes, niños en situación de calle provenientes de Chiapas, Tabasco y Oaxaca, entre otros estados con altos índices de pobreza, vienen a refugiarse en búsqueda de una mejor oportunidad de vida.
Sin embargo, estos niños son lanzados a la mendicidad. Aquí en Xalapa, sólo la Aldea Meced -administrada por el DIF municipal-, el Albergue Conecalli -administrado por el DIF estatal, para menores de 12 años- y la Red Civil Matraca, se dedican al cuidado y estudio de los niños en situación de calle.
En la Aldea Meced se encuentran jóvenes de entre 12 y 18 años de edad que fueron rescatados de la mendicidad. En dicho albergue de puertas abiertas -pues no es reclusión de niños en situación de calle- los menores reciben educación, vestido, alimento y un poco de cariño.
En el Conecalli se encuentran los menores de 12 años, que en su mayoría fueron abandonados por sus padres o mediante denuncias penales fue retirada la custodia de sus padres por maltrato u omisión de cuidados.
Y en Matraca, el Movimiento de Apoyo a Niños Trabajadores y de la Calle reconoce que ha habido un aumento de niños de la calle en Xalapa en los últimos meses, pues estiman entre 30 y 40 por ciento más que con respecto al año anterior.
El director de Matraca, Arturo Narváez, admitió que aunque no hay estudios que revelen el número y condiciones de niños en situación de calle, un monitoreo realizado por ese organismo sí revela un fenómeno creciente, pero lo peor del asunto es que los niños que viven en la calle, la mayoría tiene problemas de adicción de drogas.
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