jueves, 2 de diciembre de 2010

Temen desfalco por consentir a estados; Federación tolera sobregiros, acusan expertos

La deuda de gobiernos locales creció 40%, al pasar de 187 mil millones de pesos en 2005 a 264 mil millones en 2009. Analistas temen que el sobregiro pueda provocar desequilibrios macroeconómicos

Fernando Franco
CIUDAD DE MÉXICO, 2 de diciembre.- Expertos en finanzas públicas advirtieron que el sistema de coordinación fiscal de México es tan permisivo, que se corre el riesgo de provocar un sobreendeudamiento de las entidades federativas y municipios del país.
El Sistema Nacional de Coordinación Fiscal da margen para que estados y ayuntamientos consideren que la Federación tiene las facultades para rescatarlos de cualquier contingencia financiera, por lo que se endeudan más allá de lo debido, a tal grado que se provocan desequilibrios macroeconómicos en el país, alertó César Velázquez Guadarrama, del México Evalúa, Centro de Análisis de Políticas Públicas.
El experto comentó que las entidades federativas y ayuntamientos presentaron un descenso en los saldos de la deuda entre 1994 y 2001. Sin embargo, éste se incrementó significativamente a partir de 2005. Detalló que el saldo total de la deuda de los estados y municipios pasó de 187 mil millones de pesos en diciembre de 2005 a 264 mil millones en 2009, esto es, un incremento cercano a 40 por ciento.
El titular de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas de la Secretaría de Hacienda, Carlos Alberto Garza, aseguró que el gobierno federal no tiene ninguna facultad para condicionar, cuestionar o controlar la libertad de los estados para contratar deuda.
Sostuvo que el gobierno federal no es “un perro guardián” de las decisiones que los estados tomen, pero, acotó, “tampoco tenemos una responsabilidad para rescatarlos si caen en incumplimiento”.
El director de Análisis de Finanzas Públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), Juan Pardinas, señaló que las entidades se comportan como “adolescentes privilegiados” a quienes no se les exige cuentas y sólo voltean a ver a “papá Federación” cuando necesitan más recursos.

Existe el riesgo de que los estados sobregiren su deuda
Con  la “alta dependencia” fiscal que los estados y municipios tienen con el gobierno federal, se corre el riesgo de provocar un sobreendeudamiento de las entidades y ayuntamientos en el país, alertó México Evalúa, Centro de Análisis de Políticas Públicas.
César Velázquez, analista del instituto, explicó que tal como se encuentra actualmente el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal (SNCF), se puede generar lo que se conoce como “restricción presupuestaria blanda”, es decir, que los dos órdenes de poderes consideren que la Federación tiene la facultad para rescatarlos de cualquier contingencia financiera, por lo cual se endeudan más allá de lo debido a tal grado que provocan desequilibrios macroeconómicos.
“Para los gobiernos estatales, el hecho de saber que pueden ser salvados financieramente provoca que no tengan la precaución debida en el uso de los recursos públicos. Una restricción presupuestaria blanda genera incentivos perversos en el uso del gasto”, sentenció.
Velázquez comentó que en México, los estados y ayuntamientos presentaron un decremento en los saldos de la deuda entre 1994 y 2001.
Sin embargo, éste se incrementó “significativamente” a partir de 2005.
Detalló que el saldo total de la deuda de los estados y municipios pasó de 187 mil millones (en pesos de 2010) en diciembre de 2005 a 264 mil millones en 2009, esto es, un incremento cercano a 40 por ciento en términos reales. Lo anterior implica que como porcentaje de las participaciones que el gobierno les transfiere, el saldo de los pasivos pasó de 51 a 60 por ciento.
El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, sostuvo que el reciente incremento en la deuda de varios estados del país no representa un peligro para las finanzas, ya que estas entidades sólo significan una “mínima” parte del financiamiento total.
Refirió que la deuda de las entidades equivale a sólo tres por ciento de todo el crédito nacional, por lo que no son un riesgo sistémico para el sector financiero de México.
El titular de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas de la Secretaría de Hacienda, Carlos Alberto Garza, aseguró que el gobierno federal no tiene ninguna facultad para condicionar, cuestionar o controlar la libertad de los estados para contratar deuda.
Sostuvo que el gobierno federal no es “un perro guardián” de las decisiones que los estados tomen, pero, acotó, “tampoco tenemos una responsabilidad  parar rescatarlos si caen en incumplimiento”.
Demandan más autonomía
La extrema dependencia que los 31 estados tienen con la Federación es uno de los puntos más criticados por especialistas, quienes consideran que las haciendas públicas estatales pueden recaudar más de lo que  captan.
Según estimaciones de la Secretaría de Hacienda, de cada peso que recauda la Federación, 38 centavos se transfieren a los estados y municipios del país, principalmente en participaciones y aportaciones.
De acuerdo con un reporte de la consultoría aregional.com, de 2000 a 2008, las transferencias federales a los estados representaron 88.3 por ciento dentro de la estructura de ingresos de las entidades, mientras que los recursos tributarios y no tributarios sólo significaron 4.9 y 6.8 por ciento, respectivamente.
El director de Análisis de Finanzas Públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), Juan Pardinas, señaló que las entidades se comportan como “adolescentes privilegiados” a quienes no se les exige nada y sólo voltean a ver a “papá federación” cuando necesitan más recursos.
Sin embargo, el coordinador de la Comisión Permanente de Funcionarios Fiscales (CPFF), Humberto Suárez, dijo que los recursos que el gobierno otorga a las entidades del país es producto del SNCF y no de la casualidad.
Aseguró que los estados no han sido conformistas, “han hecho su tarea”.
Ni la mitad
De acuerdo con un análisis realizado por Fausto Hernández, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), sólo 14 estados sobrevivirían financieramente si actuaran como “países independientes”.
Se trata de Aguascalientes, Baja California, Campeche, Chihuahua, Coahuila, Distrito Federal, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Querétaro, Quintana Roo, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz.
“El resto tendría que subir  impuestos, reducir gastos o una combinación de ellas”, dijo el analista en un artículo.
Según el Índice de Desempeño Financiero de las Entidades Federativas (IDFEF) que realiza aregional.com, el alto nivel de endeudamiento, la baja capacidad para generar ingresos propios, así como un desempeño limitado en la creación de ahorro e inversión y control administrativo, propició que los estados reprobaran en su comportamiento financiero.
Reprobados
Los 31 estados evaluados promediaron una calificación de 59.6 puntos.
De los consideradas para el análisis 2006-2008, 19 reprobaron, ocho pasaron de “panzazo” y sólo cuatro obtuvieron evaluación de entre 70 y 77 unidades, en una escala del cero a 100.

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