lunes, 27 de diciembre de 2010


Un genio de la moda, un artista polémico y provocativo, un verdadero "enfant terrible" que plasmaba en sus creaciones una sutil rebeldía junto con una fantástica extravagancia: el diseñador inglés Alexander McQueen fue hallado muerto en su casa de Londres el 11 de febrero de 2010. Tenía 40 años y la trágica noticia sorprendió a todo el mundo fashion. Muchos medios periodísticos señalaron que se trataba de un suicidio, pero las versiones no fueron confirmadas. Según sus allegados, McQueen habría estado pasando por una depresión muy fuerte tras el fallecimiento de su madre, ocurrido apenas 9 días antes.
Hijo de un taxista, McQueen dio sus primeros pasos en la moda diseñando ropa para sus tres hermanas y a los 16 años abandonó la escuela para iniciar su carrera profesional. Su talento manejando las telas, su maestría para el corte y su excéntrico estilo no pasaron desapercibidos. Ganó en cuatro ocasiones el premio al diseñador británico del año y también recibió el premio internacional que otorga la asociación de diseñadores estadounidenses. En 1996, fue nombrado sucesor del gran John Galliano al frente del equipo de diseño de la casa Givenchy. En 2000, el grupo Gucci compró su marca Alexander McQueen, de la que seguía siendo director creativo, y eso le permitió desvincularse de Givenchy y LVMH que, en sus palabras, limitaban su creatividad.

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