Violeta SantiagoXalapa, Ver. 22/05/2011
alcalorpolitico.comEra sábado 21 de mayo. Día caluroso, como casi siempre en el puerto de Veracruz, pero con la diferencia de que hoy, pasaría algo excepcional.
Cerca de las 2 de la tarde, el zócalo no parecía preveer el gran momento que le aguardaría; se estaba armando el estrado desde donde Andrés Manuel López Obrador informaría de los avances del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Mientras tanto, unas señoras a la sombra de un almendro, tenían un stand con el libro del Proyecto de Nación, camisas con el nombre del movimiento, discos con la canción de MoReNa y, lo más importante: la afiliación.
Un señor en silla de ruedas se acercó hasta donde estábamos un compañero Twittero y yo. Ofrecía plumas por diez pesos. Pero en eso, nos preguntó ¿viene Andrés Manuel al rato aquí al Zócalo? „Sí“, contestamos. La expresión del señor fue de entera alegría, comentando que hace años él vivía en el DF y habló de todo lo que había hecho Amlo cuando fue Jefe de Gobierno. Se despidió con un „al rato estaré aquí“.
Poco a poco la gente fue llegando. A pie y en pequeños grupos, con voluntad propia y la esperanza de poder ver de cerca a Obrador. Había asistido gente de todos los grupos: personas humildes, jóvenes, niños, ancianos, estudiantes, obreros, catedráticos, discapacitados... y por supuesto, twitteros.
Había varios módulos y en el piso, se extendían diversos productos como cd‘s de música, películas, documentales, libros, pines, gorras, calcomanías... de todo.
El ambiente se fue tornando más agradable. El autor de la canción de #MoReNa, @ByronBarranco interpretó ésta y otras más mientras los simpatizantes compartían su comida o intercambiaban banderas, como unas señoras de Orizaba que cambiaron la suya con un grupo de Ecatepec, Estado de México.
Sin embargo, dentro de mi cabía la inquietud sobre cuántas personas acudirían, ya que estaban todos desperdigados por el Zócalo y no podía ver la magnitud de la afluencia.
Antes de las 6 de la tarde, se había extendido una valla metálica desde un extremo del Zócalo, en la calle Independencia, hasta el estrado. Pero a pocos minutos de que arribara Andrés, éste ordenó que se quitara dicha reja, pues él quería caminar con la gente.
Y todo comenzó....
„Ahí viene, ahí viene“ comenzaron a gritar organizadores cuando vieron que se acercaba la suburban blanca al Zócalo. Apenas abrió la puerta, distintos medios se abalanzaron sobre él, llenándolo de micrófonos, grabadoras y celulares. Tras unos breves minutos, comenzó a caminar hacia el estrado.
Las manos de la gente se estiraban para poder saludarlo o abrazarlo. Señoras coreaban „es un honor estar con Obrador“ „no te dejes, aguanta que eres nuestro Gallo“ o „Andrés Manuel, estamos contigo“.
Abrazos, fotos, peticiones, besos. Caminaba procurando atender a todos, deteniéndose cada pocos metros y escuchando a la gente que, esperanza dentro, lo había ido a ver esa tarde. Muchos lloraban de emoción.
„Andrés Manuel, los jóvenes universitarios estamos contigo“ le dije. Con una sonrisa, de esas sinceras y que se notan en su semblante cuando está cerca de la gente o frente al micrófono, me dijo „gracias“ y me apretó la mano.
Por fin llegó al estrado y tras palabras de presentación de diversos representantes regionales y estatales, López Obrador se dirigió a todos. La cantidad de personas era impresionante, abarcando cualquier parte hacia donde se dirigiese la mirada.
Su discurso fue claro, limpio y preciso. Habló de los puntos de #Morena, de las situaciones que han afectado a México así como de tolerancia y diálogo pacífico, pero consciente. También señaló los grandes momentos de cambio histórico que había tenido el país, remarcando que era tiempo de hacer otro cambio.
Todos, atendían las palabras de Amlo, quien tenía la camisa empapada de sudor por el intenso calor de la tarde porteña. Pero más que nada, por el ambiente de calidez que emanaba de #Morena. No obstante, ésto no detuvo ni a Andrés Manuel ni a ninguno de los presentes, que hicieron lleno total del Zócalo de Veracruz.
„Para mí, la política es hacer historia. Vamos a hacer historia“. Concluyó Andrés, invitando a todos a formar parte de ese cambio, tanto en la formación de comités ciudadanos como a la Asamblea del 5 de Julio en el Zócalo del DF, con la cual cerrará su gira tras haber visitado 40 ciudades de diversos estados de la república.
Los aplausos resonaron y la asamblea finalizó con la entonación del Himno Nacional Meixicano. El „Mexicanos al frito de guerra“ resonó en cientos de corazones a una sola voz, la de la libertad.
Con coros de „Viva México y Viva veracruz“ Obrador se despidió de los simpatizantes con una señal de abrazo y las manos en alto. Mientras bajaba del estrado, casi tropieza pero sólo fue un pequeño traspié.
„Dios te bendiga Andres Manuel, Dios te bendiga“ Gritaban los veracruzanos mientras él cruzaba el Zócalo, en dirección a la Calle Zaragoza, donde le aguardaba ya su vehículo. Con dificultad para abrir la puerta, pues había una multitud a su alrededor, cuando al fin logró abrirla, se paró sobre el borde de la camioneta y se despidió de todos. Cuando iba ya en movimiento, aún se podía ver gente corriendo a su lado.
De regreso al Zócalo, grupos se congragaban en los puestos de afiliación, mientras otros compraban el libro del Proyecto de Nación o el disco de música del movimiento. La gente bailaba al ritrmo de „El pueblo puede salvar al pueblo digámosle #MoReNa“.
Esa tarde, una sonrisa sincera, visitó Veracruz. De esas que te llenan el corazón, de esas que te hacen saber que la política es un intrumento para mejorar a la sociedad y no para el enriquecimiento propio.
Esa tarde en Veracruz, se respiró libertad.
@vicereineOezil
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