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"Nos asustamos de costumbres de pueblos que entierran a sus difuntos con sus esposas vivas, y nosotras hacemos lo mismo: nos enterramos en vida a lo que el marido disponga. No existe ninguna diferencia".
Con esta reflexión, Nina Salguero hizo gala de su agudeza como periodista y mujer, en la presentación del libro de la Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo "La participación política de las mujeres del PRI en la vida política de México (1929-2010)", resaltando este trabajo resultado de una tesis doctoral emprendida por la Dra. Llado en comunión con el Colegio de Veracruz y la Universidad Veracruzana.
Con la presentación del libro, celebramos este esfuerzo académico de la Dra. Zaida Alicia para documentar la actividad política de la mujer priísta en la construcción de la democracia mexicana, partiendo atinadamente de 1929, fecha de la fundación del Partido Nacional Revolucionario, que marca el inicio de la llamada etapa de la institucionalización de las fuerzas revolucionarias, que amenzaban en consolidarse en caudillismos sin rumbo, y de la mano del General Lázaro Cárdenas, se consolidaron en organizaciones políticas y sociales que sentaron las bases de la democracia mexicana, en la que el trabajo de la Dra. Llado aporta un excelente ejercicio de reflexión, análisis y documentación de la presencia de la mujer mexicana en la construcción del PRI, que inevitablemente no podemos dejar de visualizar a la par de 70 años de vida institucional de nuestro país, después de la Revolución Mexicana.
Considero que el trabajo de la Dra. Lladó aporta elementos muy importantes para estudiar a la Historia Política de nuestro país con perspectiva de género; es decir, la Historia no es la misma si la cuenta un hombre que una mujer. Y resulta interesante conocer la vida política de México durante los setentas años de gobierno priísta a través de la mirada femenina; aunque también implica un reto para quienes miramos la política desde el lado izquierdo del espejo: ¿sólo las mujeres priístas han contribuido a la construcción de la democracia en México?
Nos queda pues, tarea. Habría que seguir el hilo del trabajo doctoral de Zaida Alicia Lladó Castillo, para buscar la participación política de las mujeres panistas, comunistas e izquierdistas, en la construcción de la democracia mexicana. Como dice el sermón, es justo y necesario. Ahí está el ejemplo de Frida Kahlo, quien se atrevió a ocultar a Troski en su casa, cuando el comunismo se convirtió en un peligro para el naciente mundo neoliberal después de los años treinta. ¿O podemos omitir la participación de las mujeres en el movimiento del 68, representadas por Rosario Ibarra de Piedra, madre de estudiante desaparecido por el regimen opresor de Díaz Ordaz?
Y claro está, que la política se transformó en 1988, con la consolidación de las fuerzas izquierdistas en la fundación del PRD. De esta corriente surgen poderosas voces femeninas, que hicieron lo propio por transformar las leyes a favor de los derechos de las mujeres. Es en la década de los noventa que se reconoce el tipo penal de violación dentro del matrimonio, y que simplifica el proceso de divorcio, precisamente en la Asamblea de Representantes del Distrito Federal, cuya propuesta se convirtió en modelo para transformar la mayoría de los códigos civiles del país. Y estas reformas, sin duda, fueron promovidas por mujeres en el poder y no precisamente priístas, como el caso de la Ley Robles, promovida por Rosario Robles siendo Gobernadora del Distrito Federal, que logró despenalizar el aborto, abriendo la posibilidad de que una mujer pudiera tomar la decisión de interrumpir el embarazo en el primer trieno de gestación sin ser considerada una delincuente.
Cuentas pendiente: la participación de las mujeres panistas e izquierdistas, en la vida política de México.
Cuentas pendiente: la participación de las mujeres panistas e izquierdistas, en la vida política de México.
Usted apreciable lector ¿qué opina?
Hasta la próxima.
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