martes, 1 de mayo de 2012


TIENDA DE RAYA…
LO QUE FALTA EN LAS CAMPAÑAS…
Más grises que calcetines viejos, están las campañas para la diputación federal y la Presidencia de la República. Y puede ser por dos cosas: viejos son los esquemas que se siguen promoviendo como promesas electorales, y grises, oscuros son los candidatos y candidatas que encabezan las fórmulas partidarias que buscan el voto.
Todos y todas las que aspiran a algún cargo popular pretenden representar al pueblo gestionando programas asistenciales, vales de medicinas y apoyos para madres solteras y personas de la tercera edad. Pero ninguno habla de tareas fundamentales como gobernar y legislar que deberían distinguir a quien habita ya sea el Palacio Nacional o se acomoda en un curul en el Congreso. Los candidatos no incluyen en sus discursos tareas porque, simplemente, no tienen idea alguna de lo que realmente significa gobernar o hacer normas.
Gobernar significa dirigir, programar, distribuir y equilibrar las fuerzas sociales que conviven en una sociedad para lograr la armonía y la paz pública. Gobernar hoy se confunde con criticar y romper, desmadrar y ceder espacios a los poderes fácticos ante la incapacidad e ignorancia de quien “desgobierna” este país.
Y de legislar, ni hablamos. Tragedias como la pasada del accidente carretero en Álamo Temapache nos debería llamar la atención  en el sentido de que, como ya se alertó en algunos medios, nuestras leyes permiten el tránsito de unidades pesadas del doble de tonelaje que en países desarrollados como Canadá y países europeos. ¿Son mejores aquellas leyes que las mexicanas?  La respuesta es un rotundo no.  La diferencia es que en los países desarrollados, los diputados no se dedican a repartir juguetes y mochilas de casas de préstamo, se dedican a hacer leyes. Leyes socialmente responsables que buscan disminuir el impacto de las fuerzas económicas en el bienestar del pueblo. En cambio, en México, los diputados, en su mayoría, están al servicio de todo el que usted guste imaginarse, menos del pueblo, que curiosamente, le regala su voto cada tres años.
En fin, mi voto sigue siendo izquierdista, voto necio que busca un representante popular que luche por el interés común y no solo el propio. Aunque las actuales campañas no vislumbren más que una nueva camada de diputados comodines, por inútiles e inservibles, y un presidente, otro más, entreguista y limosnero de la economía neoliberal y de los mexicanos más ricos del mundo.
Usted apreciable lector ¿Qué opina?
Hasta la próxima.

No hay comentarios: