Por: Imelda Torres Sandoval
En fecha 04 de Julio de este año, en conocido Hotel de la Ciudad de Xalapa, se dieron cita Directoras, asesoras y asesores jurídicos de los Institutos Municipales de la Mujer del Estado de Veracruz, así como los titulares de las Unidades de Género de la Secretaría de Turismo, Seguridad Pública y Procuraduría del Estado de Veracruz, para participar en el Curso Taller para Sensibilización y Capacitación impartido por la Lic. Tuchee Gaona Gordillo Subdirectora de Migración y Trata de Personas de esta dependencia federal.
Este taller, inaugurado por la Dra. Edda Arrez Rebolledo, Directora del Instituto Veracruzano de las Mujeres, el cual fue impartido a municipios y dependencias veracruzanas que tienen paso o contacto con personas en situación de vulnerabilidad al lacerante problema de la explotación de personas con fines laborales o de otro tipo.
Estuvimos presentes en este taller su servidora y mi asesora jurídica del Instituto Lic. Alicia Mejía Martínez, y lo recomendable fue la exposición sobre los antecedentes y evolución del concepto de trata, ya que hace 100 años se concebía únicamente el concepto de “trata de blancas” en Inglaterra, a fines del Siglo XIX, creando normas para evitar la explotación de mujeres únicamente con fines sexuales.
El concepto evolucionó hasta el Protocolo de Palermo, signado por los Estados participantes en el año 2000, producto de la Convención de la ONU sobre Delincuencia Organizada Transnacional, en el cual se insta a prevenir, sancionar y erradicar la promoción, traslado, transporte, recepción y acogida de personas y menores de edad con fines de explotación sexual, explotación laboral y otras formas análogas de explotación.
Actualmente, entendemos como trata de personas como lo define este Protocolo de Palermo:
Por "trata de personas" se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.
Vemos ahora que la definición de trata de personas también abarca la explotación con fines laborales o de extracción de órganos, lo que amplía la protección a mujeres y menores de edad ante estas actividades ilícitas tan productivas para el crimen organizado.
México, para cumplir con lo establecido en el Protocolo de Palermo, ya cuenta con la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas, promulgada por Felipe Calderón en Noviembre de 2007, quien en su momento reconoció la importancia de contar con esta legislación al afirmar que “con esta ley se inicia una lucha frontal en contra de la explotación sexual y laboral de la población mas vulnerable del país, en especial de niñas, niños y mujeres que son acosadas incluso por el crimen organizado…..A través de esta nueva legislación, se prevé establecer un programa en diversos dependencias federales para combatir la trata de personas, el cual se ha convertido en el tercer delito mas rentable en el mundo, de acuerdo con Naciones Unidas, que ubica que más del 80% de las víctimas son niñas y mujeres.”
En Veracruz, en octubre del año pasado, la Legislatura local aprobó, por unanimidad, la Ley para Prevenir, Atender, Combatir, Sancionar y Erradicar la Trata de Personas. En esta legislación se establecieron sanciones que van de los 10 a 20 años de prisión y multas de hasta 500 veces el salario mínimo contra quien cometa estos delitos. El pleno del Congreso elevó la trata de personas como delito grave, y en caso de que el responsable de éste sea un servidor público, las penas irían de 10 a 30 años de cárcel.
Finalmente, el taller fue enriquecido con videos ejemplificativos sobre trata de personas con fines laborales y sexuales, y con estadísticas del problema de la trata de personas en Europa y Estados Unidos. Coincidimos muchas de las asistentes al taller, que sería mejor que nos presentaran casos reales de México y Veracruz, y que se nos facilitaran cifras de nuestros municipios de origen,ya que ello nos permitirá, como Directoras de Instancias de la Mujer, proponer a nuestros alcaldes tomar decisiones para prevenir la trata de personas, que al menos en Chicontepec, se presenta de manera muy común para fines de explotación laboral, en agravio de cientos de niñas indígenas que son comerciadas por sus propios padres como sirvientas desde muy niñas, exponiéndolas a laborar incluso en otras ciudades desde los 8 o 10 años, por lo cual muchas veces son también víctimas de otros delitos como el abuso sexual o violencia física.
Agradezco la oportunidad al Instituto Veracruzano de las Mujeres de participar en este taller, que además de la información sobre trata de personas que resultó muy interesante, me brindó el espacio para compartir experiencias con mis amigas de los Institutos de la Mujer de Poza Rica, Chantal Barajas, de Chontla, Carmen Antonio, de Tuxpan, Jenny Vidal, y de muchos municipios de la zona sur y centro de nuestro hermoso Estado.
Hasta la próxima.
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