Jessica López Xalapa, Ver. 07/03/2011
alcalorpolitico.com
"Vivimos una revuelta anárquica donde muchas de las enfermedades sociales que vivimos están aflorando y el gran reto es que logremos vivir en un país donde ya no sean necesarias las revoluciones y donde impere el estado de derecho", expresó el escritor Enrique Serna.
Presente en el Instituto de Investigaciones Lingüístico Literarias, en su IV aniversario, realizando un curso sobre evolución del realismo objetivo, reveló que la literatura mexicana cambió en el momento en que se acrecentó la violencia en el país.
Indicó que lo que se necesita es una revolución intelectual para que la sociedad tenga más conciencia social, “ya que hace mucha falta en México, en lugar de un millón de lectores lo ideal es que hubiera, por lo menos, 20 millones y con esto estoy seguro que no habría un gobierno priista en México nunca más”.
Pero comentó que aún faltan caminos que recorrer para que la sociedad mexicana logre ese avance, “aún nos falta para tratar de mostrar las vías por las que haya un cambio social, que no desemboque en las dictaduras democráticas”.
En este sentido, aseguró que nunca hubo una revolución, y que la intelectual se tendrá que dar, “es una asignatura que tiene el país desde la supuesta revolución de Madero que nunca se realizó, debe suceder”.
Enrique Serna recordó que los contenidos de la literatura cambian conforme al contexto y, en estos momentos violentos, la literatura gira en este entorno.
Dijo que la literatura la pueden hacer a partir de la evasión de esta realidad que no es satisfactoria y de la misma realidad, por cruda que sea.
“Habrá personas que quieran escribir de su realidad para que quede asentada la situación”, comentó el autor de La Sangre Erguida quien ejemplificó la literatura del narcotráfico con destacados autores.
“Elmer Mendoza, un escritor que vive en Sinaloa y recreó fielmente la situación del narcotráfico en aquel estado, con esto conocemos realidades, ambigüedades morales que las puras crónicas periodísticas no nos permiten ver y el mismo ejemplo es en otros países con Laura Restrepo y su literatura que refleja la situación de violencia ejercida por el narcotráfico en Colombia”, citó.
Aunque recordó que no todos se limitan a escribir violencia, sino que traten de buscar todas las repercusiones que todo esto tiene para la vida humana, familiar y hasta en la intimidad, “la literatura puede aportar algo, si no se estaría invadiendo únicamente el campo del periodismo”.
Presente en el Instituto de Investigaciones Lingüístico Literarias, en su IV aniversario, realizando un curso sobre evolución del realismo objetivo, reveló que la literatura mexicana cambió en el momento en que se acrecentó la violencia en el país.
Indicó que lo que se necesita es una revolución intelectual para que la sociedad tenga más conciencia social, “ya que hace mucha falta en México, en lugar de un millón de lectores lo ideal es que hubiera, por lo menos, 20 millones y con esto estoy seguro que no habría un gobierno priista en México nunca más”.
Pero comentó que aún faltan caminos que recorrer para que la sociedad mexicana logre ese avance, “aún nos falta para tratar de mostrar las vías por las que haya un cambio social, que no desemboque en las dictaduras democráticas”.
En este sentido, aseguró que nunca hubo una revolución, y que la intelectual se tendrá que dar, “es una asignatura que tiene el país desde la supuesta revolución de Madero que nunca se realizó, debe suceder”.
Enrique Serna recordó que los contenidos de la literatura cambian conforme al contexto y, en estos momentos violentos, la literatura gira en este entorno.
Dijo que la literatura la pueden hacer a partir de la evasión de esta realidad que no es satisfactoria y de la misma realidad, por cruda que sea.
“Habrá personas que quieran escribir de su realidad para que quede asentada la situación”, comentó el autor de La Sangre Erguida quien ejemplificó la literatura del narcotráfico con destacados autores.
“Elmer Mendoza, un escritor que vive en Sinaloa y recreó fielmente la situación del narcotráfico en aquel estado, con esto conocemos realidades, ambigüedades morales que las puras crónicas periodísticas no nos permiten ver y el mismo ejemplo es en otros países con Laura Restrepo y su literatura que refleja la situación de violencia ejercida por el narcotráfico en Colombia”, citó.
Aunque recordó que no todos se limitan a escribir violencia, sino que traten de buscar todas las repercusiones que todo esto tiene para la vida humana, familiar y hasta en la intimidad, “la literatura puede aportar algo, si no se estaría invadiendo únicamente el campo del periodismo”.
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