Destacan atención a los hijos de las agredidas
para enseñarles a construir sus relaciones
Ariane Díaz
Periódico La Jornada
Domingo 26 de junio de 2011, p. 38
Domingo 26 de junio de 2011, p. 38
Los refugios para mujeres maltratadas ya no son sólo espacios que fomentan la autonomía de las mujeres y les brindan resguardo y protección, sino que se han vuelto parte de una estrategia de prevención al recibir a los hijos pequeños de las mujeres y enseñarles una nueva forma de construir las relaciones, coincidieron directoras de esos centros reunidas en el foro Avances del marco jurídico y acciones en beneficio de las mujeres.
El encuentro, realizado el pasado viernes por convocatoria de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), programó un panel enfocado en las acciones desde la sociedad civil en favor de las mujeres.
Ahí, Wendy Figueroa, directora del refugio Fortaleza y coordinadora de la zona centro de la Red Nacional de Refugios, refirió que dos de cada tres hechos de violencia suceden en el hogar,
donde se supone debería haber confianza y seguridad.
Las ponentes subrayaron que un refugio no es un albergue para personas en desamparo, un centro vacacional, una cárcel o un hospital siquiátrico, sino un espacio
donde se fomenta la dignificación de la mujer, así como su autonomía y su seguridad en sí misma, señaló Giselle Santillán Prado, coordinadora de refugios de mujeres maltratadas del Instituto de la Mujer Queretana.
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